Causas de la miopía: ¿su hijo corre riesgos?
Los padres —especialmente los que son cortos de vista y tuvieron que usar gafas en la niñez— a menudo se preocupan sobre las causas de la miopía y la posibilidad de que sus hijos también estén destinados a ser cortos de vista.
Si se siente identificado, trate de no preocuparse demasiado.
La miopía es un error refractivo común, fácilmente tratable con lentes de contacto así como con gafas, y no es necesariamente hereditaria.
Por otra parte, el hecho de que el niño sea corto de vista no suele afectar su desempeño académico ni causa ningún retraso. De hecho, existe evidencia de que los niños cortos de vista tienden a tener un mejor desempeño en la escuela, en comparación con sus compañeros con vista normal, hipermetropía o astigmatismo.
¿Cuál es la causa de la miopía en los niños?
Si bien no se conoce cabalmente la razón exacta por la que algunos niños se vuelven cortos de vista y otros no, parece ser que la herencia es un factor, pero no el único.
Dicho de otra forma, si ambos padres son cortos de vista, existe un riesgo más alto de que sus hijos también lo sean. Sin embargo, no es posible predecir quién se volverá corto de vista con solo estudiar la ascendencia de la familia.
En mi caso, mis padres y mis dos hermanos mayores tienen una visión perfecta. Yo soy el único de la familia que es corto de vista. Imagínense.
Cuando era pequeño me encantaba leer (aún me encanta); a mis hermanos, no tanto. Algunos investigadores piensan que la fatiga por enfocar, proveniente de lectura excesiva o de sujetar un libro demasiado cerca de los ojos durante períodos extensos de tiempo pueden aumentar el riesgo de miopía en los niños, aunque nadie lo sabe con certeza.
Aunque la causa (o causas) de la miopía continúan siendo un misterio, recientemente los investigadores han descubierto algo sobre la progresión de la miopía que es muy interesante: ¡es posible que las gafas convencionales y los lentes de contacto indicados durante años para corregir la miopía en realidad aumenten el riesgo de empeorarla!
Muchos de estos investigadores están estudiando nuevos diseños de lentes para ver si pueden desarrollar lentes de contacto o gafas que puedan controlar la miopía y detener o retrasar su progresión en los niños. [Infórmese más sobre el control de la miopía.]
Cómo reducir los riesgos de miopía en su hijo
Esto puede sonar simplista, pero quizás una de las mejores cosas que puede decirle a su hijo para reducir el riesgo de miopía es "¡Vete a jugar afuera!"
Una cantidad de estudios recientes han descubierto que pasar más tiempo al aire libre puede ayudar a prevenir o reducir la progresión de la miopía en los niños. Entre ellos:
En el Estudio de Sydney sobre la miopía, los investigadores australianos evaluaron el efecto del tiempo transcurrido al aire libre sobre el desarrollo y la progresión de la miopía entre niños de 6 años y 12 años seleccionados al azar en 51 escuelas de Sydney.
Los niños de 12 años que pasaron más tiempo al aire libre tenían menos miopía que otros, al cabo del período de dos años del estudio, aún después del ajuste por la cantidad de lectura realizada, la miopía de los padres y la etnia.
Los niños que realizaron la mayor cantidad de tareas a corta distancia y pasaron la menor cantidad de tiempo al aire libre presentaban la cantidad media más alta de miopía.
En Taiwán, los investigadores evaluaron el efecto que la actividad al aire libre durante el recreo tenía sobre el riesgo y la progresión de la miopía entre alumnos de escuela primaria.
Los niños que participaron en el estudio de un año de duración tenían de 7 a 11 años de edad y fueron seleccionados en dos escuelas cercanas de un área suburbana de la zona sur de Taiwán.
Un total de 333 niños de una de las escuelas fueron alentados a salir durante el recreo, mientras que 238 niños de la otra escuela no participaron en un programa especial de “recreo fuera de la clase” (ROC, por su sigla en inglés).
Al inicio del estudio no existían diferencias significativas entre los dos grupos de niños con relación a edad, sexo, y prevalencia de miopía (48 % frente a 49 %). Pero al cabo de un año, en los niños de la escuela en la que se alentaba pasar el recreo afuera ocurrieron menos nuevos casos de miopía que los constatados en los niños de la escuela que no fomentaba la actividad al aire libre en los recreos (8.4 % frente a 17.6 %).
Había también un promedio de la progresión de la miopía significativamente menor entre los niños que ya eran cortos de vista en el grupo ROC, comparado con el grupo que pasaba más tiempo de los recreos en interiores (-0.25 dioptrías [D] por año frente a -0.38 D por año).
Los autores del estudio concluyeron que las actividades al aire libre durante los recreos de la escuela primaria tienen un efecto significativo de protección contra el riesgo de miopía entre los niños que todavía no son cortos de vista y reducen la progresión de la miopía entre los alumnos cortos de vista.
Unos investigadores de Dinamarca publicaron un estudio sobre el efecto de la luz diurna disponible en diferentes estaciones del año sobre el desarrollo de la miopía entre los escolares daneses.
El riesgo de miopía se determinó mediante la medición de la elongación axial (del frente al fondo) de los ojos de los niños en las diferentes estaciones del año. El aumento de la longitud axial del ojo se relaciona con la miopía en aumento.
La cantidad de luz diurna cambia sustancialmente con las estaciones en Dinamarca, y abarca desde casi 18 horas por día en verano a solamente siete horas por día en los meses de invierno.
En invierno (cuando los niños tuvieron acceso a la menor cantidad de horas de luz diurna), el crecimiento promedio de la longitud axial de sus ojos era significativamente mayor que en verano, cuando la exposición a la luz solar al aire libre fue mayor (0.19 mm frente a 0.12 mm).
Un grupo de investigadores del Reino Unido evaluó los resultados de los estudios cuidadosamente diseñados sobre el efecto que tiene el tiempo pasado al aire libre en el desarrollo y la progresión de la miopía entre 10,400 niños y adolescentes.
Los investigadores calcularon un descenso del 2 % en el riesgo de desarrollar la miopía por cada hora adicional que los niños pasan afuera por semana. "Esto equivale a una reducción del 18 % por cada hora adicional de exposición por día", afirmaron.
Comparados con niños de visión normal o con hipermetropía, los niños con miopía pasaron un promedio de 3.7 horas semanales menos al aire libre, agregaron.
No se relacionó ninguna actividad en particular con la reducción de la posibilidad de la miopía. Solo se trataba de poder estar afuera en vez de adentro. Asimismo, no se encontró ninguna correlación entre la aparición de la miopía y una tendencia a realizar más tareas a corta distancia, como estudiar.
Los investigadores afirmaron que se necesitan más estudios para determinar qué factores relacionados al aire libre son los más importantes, tales como el mayor uso de la visión de distancia, el menor uso de la visión de cerca, actividades físicas y exposición a la luz ultravioleta natural.
El mensaje final
Teniendo en cuenta la investigación anterior, es una gran idea alentar a sus hijos a pasar más tiempo fuera (y dejar el teléfono celular y otros dispositivos electrónicos en casa o en los bolsillos).
Este hábito puede reducir el riesgo de volverse cortos de vista, o retrasar la progresión de su nivel actual de miopía.
Mejor aún: ¡acompáñelos a compartir tiempo de calidad al aire libre!
Página publicada en martes, 12 de marzo de 2019