Uveítis, iritis e inflamación ocular
La uveítis es la inflamación de la capa media del globo ocular, que consta del iris, el cuerpo ciliar y la coroides. En conjunto, estas estructuras reciben el nombre de úvea.
La uveítis puede tener muchas causas, entre las que se incluyen las lesiones oculares y las enfermedades inflamatorias. La exposición a productos químicos tóxicos como los pesticidas y ácidos utilizados en los procesos de fabricación también puede causar uveítis.
El tipo de uveítis depende del lugar donde se produce la inflamación en la úvea:
La uveítis anterior es la inflamación del iris (iritis) o del iris y del cuerpo ciliar.
La uveítis intermedia es la inflamación del cuerpo ciliar.
La uveítis posterior es la inflamación de la coroides.
La uveítis difusa (también llamada panuveítis) es la inflamación de todas las áreas de la úvea.
Muchos casos de uveítis son crónicos y pueden producir numerosas complicaciones, como el enturbiamiento de la córnea, las cataratas, alta presión ocular, el glaucoma, la inflamación de la retina o el desprendimiento de retina. Estas complicaciones pueden resultar en una pérdida permanente de la visión.
Las estadísticas sobre la prevalencia de la uveítis varían entre las diferentes regiones del mundo. Sin embargo, investigadores que revisaron 522 artículos internacionales sobre las causas y patrones de la uveítis y 22 importantes revisiones epidemiológicas concluyeron que esta enfermedad afecta a 52,4 de cada 100 000 personas.
Síntomas de la uveítis
Los síntomas de la uveítis anterior incluyen:
Las uveítis intermedia y posterior suelen ser indoloras. Los síntomas de estos tipos de uveítis incluyen visión borrosa y moscas volantes, generalmente en ambos ojos. La mayoría de las personas que desarrollan uveítis intermedia se encuentran entre la adolescencia y los 40 años de edad.
La uveítis difusa tiene una combinación de síntomas de todos los tipos de uveítis.
¿Qué causa la uveítis?
La uveítis tiene docenas de causas, incluidas infecciones virales, micóticas y bacterianas. Sin embargo, en muchos casos la causa es desconocida.
Por lo general, su oculista podrá identificar la causa de la uveítis si ha habido un traumatismo en el ojo o si tiene un trastorno sistémico infeccioso o inmunológico.
Algunos de los muchos trastornos que pueden causar uveítis son los siguientes:
espondilitis anquilosante
herpes simple
herpes zóster
enfermedad inflamatoria intestinal
artritis reumatoide juvenil
leptospirosis
lupus
enfermedad de Lyme
esclerosis múltiple
artritis psoriásica
sarcoidosis
sífilis
toxocariasis
toxoplasmosis
tuberculosis
Además, el tabaquismo se ha identificado como un factor de riesgo de uveítis.
Tratamiento de la uveítis y la iritis
Si su oftalmólogo determina que tiene uveítis, probablemente le recetará un esteroide para reducir la inflamación de su ojo.
El esteroide se administra en forma de colirio, píldora o inyección dependiendo del tipo de uveítis que tenga. Debido a que la iritis afecta la parte frontal del ojo, generalmente se trata con colirio.
La uveítis posterior generalmente requiere comprimidos o inyecciones. Dependiendo de sus síntomas, cualquiera de estos tratamientos podría usarse para la uveítis intermedia.
Los esteroides y otros inmunosupresores pueden producir muchos efectos secundarios graves, como daño renal, hiperglucemia, hipertensión, osteoporosis y glaucoma.
Esto es especialmente cierto en el caso de los esteroides en forma de píldora, pues la dosis debe ser relativamente alta para que una cantidad suficiente del fármaco llegue a la parte posterior del ojo. Por lo tanto, es importante seguir atentamente las instrucciones de dosificación de su médico e ir visitándolo con regularidad para controlar el progreso del tratamiento.
Si tiene uveítis anterior, es probable que su médico le recete, además de esteroides, un colirio que dilate las pupilas para reducir el dolor. También puede necesitar colirio para reducir la presión intraocular si desarrolla una presión ocular alta debido a la uveítis.
Si tiene una afección sistémica conocida que pueda estar contribuyendo a su uveítis, su médico también la tratará.
Si sufre de sensibilidad a la luz (fotofobia) debido a iritis o uveítis crónica, pídale a su oculista información sobre los lentes fotocromáticos. Estos lentes se oscurecen automáticamente a la luz del sol para reducir la incomodidad relacionada con la fotofobia al salir al aire libre.
Página publicada en lunes, 2 de noviembre de 2020